24 de mayo de 2010

Abriendo más puertas


Revista Claves nº 189 – mayo 2010


Proyecto y planificación estratégica

Nada más oportuno que volver a nuestra realidad provincial para observarla con perspectiva de futuro, justo en el mes del Bicentenario de la Revolución de Mayo. Al escribir la nota, tenía presente aquellas otras publicadas en CLAVES (nº 178 dic./08 y nº 184 oct./09), tituladas “Un proyecto geoestratégico para Salta” y “La agenda de los Bicentenarios: memoria, identidad y futuro”, respectivamente. Una inesperada y grata consecuencia es advertir hoy cómo se está reaccionando progresivamente contra la esclavitud de la coyuntura, al pensar la provincia con visión de largo plazo. Lo venimos haciendo desde hace más de un año un grupo de personas de variadas extracciones, reunidos regularmente en la Fundación COPAIPA. También ha encarado esta sensible cuestión el Gobierno provincial, como es de conocimiento público, con el soporte técnico de la Escuela de Negocios de la Universidad Austral y la Fundación Salta.

El avance gubernamental puede ser verificado en www.fundacion-salta.com.ar. Una evidencia fue la exposición del Sr. Dante Apaza, Secretario de Planificación Estratégica de la Provincia, el 13 de mayo pasado en esa Fundación. Después de la disertación hubo un debate franco que permitió clarificar algunos aspectos conceptuales. Aunque no es motivo de esta nota analizar la propuesta estatal, resulta oportuno un par de comentarios para clarificar y sumar al debate. El primero se refiere a la diferencia entre proyecto y planificación estratégica. El aspecto central de la primera de las notas citadas aludía precisamente a la carencia de un proyecto geo-estratégico salteño, cuya definición y contenidos necesitan más de la Política (así, con mayúsculas) puesto que se trata de fijar una meta histórica y plantear objetivos y prioridades para llegar a ella. Por su parte, la planificación estratégica es puntual y operativa, se relaciona con uno o varios objetivos, está deferida a técnicos competentes y se inserta en un “plan maestro”. El segundo comentario se refiere a la “encarnación” del proyecto en el pueblo, lo cual a su vez nos relaciona con lo que se denomina “criterios estructurales” del proyecto, esto es, qué se quiere, para qué, cómo y quién lo hará. Cuanto más abierto el juego y de más abajo se reciban ideas y propuestas, más arraigará el proyecto, de modo que sus líneas centrales nunca se abandonen o cambien sin debida justificación por los actores políticos. Por eso consideré oportuno decirle al Secretario Apaza que la credibilidad del plan de desarrollo estratégico que proponga el gobierno provincial, sumará legitimidad si pasa por el tamiz del Consejo Económico y Social, aún nonato.