Diario El Tribuno, sábado 25 de julio de 2020
Un exabrupto que brotó de las
vísceras y quizás sobreactuando para la tribuna doméstica. Igual el bumerán le
pegó en la nuca, no obstante los atendibles argumentos de la queja, esto es,
las recurrentes desatenciones de los gobiernos nacionales.
Alfredo Cornejo, diputado
nacional y presidente de la UCR, no debió derrapar de esa manera, más
autopercibiéndose presidenciable. Cuesta asumir que la dirigencia política
argentina parezca sin perspectivas ni visión geopolítica.
El trasfondo del enojo del ex
gobernador es antiguo y complejo. Pero ningún argentino, ni ebrio ni dormido,
debe invocar a las furias comprometiendo la integridad territorial de un país
fracturado.