24 de diciembre de 2008

Un proyecto estratégico para Salta*


Revista Claves nº 176 – diciembre de 2008

Geopolítica y geoestrategia.
La geopolítica cuenta con mala prensa y la locura nazi tiene gran parte de la responsabilidad. La forma en que ciertos estados la proyectaron fuera de sus fronteras, la hicieron incompatible con un orden mundial que finalmente debió prohibir la guerra como instrumento válido de política nacional (Carta de NU, art. 2.4). Por eso el año 1945 fue un punto de inflexión en la historia contemporánea.

Los estados con proyección geopolítica se identifican con la teoría realista del poder y todo lo que deriva de ella. Sin embargo no faltan quienes, aún  considerándola una ciencia simple y segura, perciben su utilidad como “una ilusión, una farsa y una disculpa para el robo”. Así pensaba el geógrafo Isaiah Bowman, antiguo presidente de la Universidad John Hopkins, en un ensayo titulado “Geografía versus Geopolítica”, publicado en  Política y poder en un mundo más chico[1].  ¿Se debe o no se debe, entonces, pensar en términos geopolíticos a esta altura de los tiempos? Aunque no se la presente como tal, ella está presente en cada proyecto nacional perdurable. Bowman, colocándose en la vereda de la teoría idealista, sostenía en el lejano 1948 que “apenas” hay dos leyes para lograr una paz mundial permanente: “justicia basada en la doctrina de los derechos humanos y empleo cooperativo del poder para imponer la justicia”. Un proyecto geopolítico nacional, con todo, no tiene porque salirse de tal andarivel. No pretendemos caer acá en un debate antiguo, en el cual los distintos autores, nacionales y extranjeros, se han sacado chispas entre sí: “cada maestrito con su librito”, dicho sin ánimo peyorativo. Lo cierto es que en cualquier país con mínima conciencia de su destino subyacen, si se quiere de modo primario, algunas constantes geopolíticas. ¿No es todavía nuestro caso?

24 de noviembre de 2008

Acerca del triunfo de Barack Obama


Claves nº 175 – Noviembre de 2008

"Nos ha tomado mucho tiempo, pero esta noche, por lo que hemos hecho en este día, en esta elección, en este momento definitorio, el cambio ha llegado a Estados Unidos" (Discurso en el Parque Grant de Chicago, madrugada del 5 de  noviembre).

La última vez que se aludió a cuestiones internas de EUA en esta columna, fue en ocasión del resonante triunfo del Partido Demócrata en las legislativas de noviembre de 2006, que encumbró en la presidencia de la Cámara de Representantes a Nancy Pelosi, primera espada demócrata en ese ámbito (“Estados Unidos: otra vuelta de tuerca”, CLAVES nº 156 – febrero 2007). En esa ocasión referíamos la caída libre de la popularidad de George W. Bush, del 70 al 30 %. Había empezado el principio del fin de la gestión republicana. Demasiados errores: el Partido Republicano no podía soportar otro más, y menos si venía en el formato de una crisis financiera de magnitud cataclísmica. Empezadas las duras primarias del PD,  parecía que esa mitad de la vida política norteamericana estaba más preparada para proponer al país una candidata antes que un candidato afroamericano (dicho en jerga políticamente correcta). Después del 4 de noviembre se vio claro: para sacar a los republicanos luego de ocho años de un gobierno azaroso, más chances tenía Barack Obama que Hillary Rodham-Clinton.


24 de septiembre de 2008

Los ríos del Mercosur

Claves nº 173 – Septiembre 2008

El 17 y 18 de octubre próximos Salta será sede de unas jornadas de análisis sobre aspectos del Mercosur, organizadas conjuntamente por el Instituto de Derecho de Derecho Internacional de la Universidad Católica de Salta y la Sección de Derecho de la Integración (que dirige el especialista cordobés Dr. Luis Savid Bas) de la Asociación Argentina de Derecho Internacional.

En esta ocasión se tratarán los temas seleccionados –como es obvio- desde una perspectiva académica, pero teniendo bien presente que se vinculan a sensibles cuestiones de política exterior y al interés nacional. El más convocante será la consideración actual de los ríos internacionales compartidos por los países miembros del Mercosur y los emprendimientos binacionales y regionales que nos involucran. La doctrina internacionalista califica como “internacional” a aquel río que atraviesa o divide dos o más países. Y por esa condición, superado el aspecto delimitatorio (por la línea de vaguada o cauce más profundo, si es navegable; línea media, en caso contrario), los problemas relacionados al aprovechamiento de sus recursos, la navegabilidad, las cuestiones ambientales (piénsese en el caso Botnia, por ejemplo).   

La República Argentina, aparte de inspiradora del Tratado de Asunción junto con Brasil, es estado miembro del Tratado de la Cuenca del Plata, suscripto en Brasilia en abril de 1969 como resultado de la 1ª Reunión Extraordinaria de Cancilleres de los países que la integran, que son precisamente los del Mercosur –Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay- más Bolivia. Este tratado, en vigor desde agosto de 1970, consta de apenas ocho artículos pero constituye un verdadero acuerdo de integración poco aprovechado.

Como todos los ríos de la cuenca utilizan finalmente los canales del Paraná y del Uruguay para desaguar en el Río de la Plata y de allí al Atlántico, serán objeto de análisis –en  orden cronológico- el Tratado de Límites en el Río Uruguay, celebrado en Montevideo, abril de 1961; el Tratado del Río de la Plata y su Frente Marítimo, Montevideo - 1973, y el Estatuto del Río Uruguay, Salto, febrero de 1975. También se ha de considerar los regímenes de los ríos Iguazú, Paraguay y Paraná.

Por nuestra condición de anfitriones, también se incluirá el régimen de los ríos Bermejo y Pilcomayo, que tantos dolores dan a los países de la región, ocasionando chispazos diplomáticos en varias oportunidades, a causa de sus desbordes y mal uso. También como concesión a nuestra localía, el programa de las jornadas prevé “Otros recursos hídricos”, para dar oportunidad de encarar la problemática de las aguas cordilleranas de pendiente atlántica, ya que muchas de ellas también se derraman en la Cuenca del Plata. Está previsto, por último, abordar la cuestión del famoso Acuífero Guaraní.

Las jornadas incluyen también el análisis del pesado sistema de solución de controversias Previsto en el protocolo de Olivos. Por tanto, la convocatoria  abarca a estudiosos del derecho internacional y analistas de las relaciones internacionales de todo el país, y se prevé la asistencia de funcionarios de la Cancillería Argentina (para abordar el tema “Integración y recursos hídricos”) y del gobierno provincial. Representa una satisfacción que la Provincia de Salta, cabecera de varios ríos de la cuenca, sea el lugar elegido para la reunión.

Ya es una observación de lugar común que los conflictos internacionales venideros estarán directa o indirectamente vinculados a la relación entre las distintas comunidades nacionales con los recursos naturales propios y ajenos. Por eso es imprescindible que lo vinculado a las aguas dulces compartidas posea un foro de debate adecuado y de alto nivel, como pretendemos que sea éste.

24 de agosto de 2008

Paraguay, construyendo esperanzas

Revista Claves nº 172 – agosto 2008

El 15 de agosto Fernando Lugo (San Solano, 1951) asumió la presidencia del Paraguay. Su triunfo en las elecciones del pasado 20 de abril al frente de un conglomerado de fuerzas políticas heterogéneas, puso fin a 61 años de omnipresencia del Partido Colorado. Acompañado por casi todos los presidentes de la región, el nuevo ciclo político recibió un apoyo explícito para derribar los factores del atraso en esa suerte de isla verde mediterránea. Paraguay ha comenzado así una etapa esperanzadora pero compleja.

La democracia en latinoamericana reconoce -a trazos gruesos- dos grandes “variantes” durante los largos años de la Guerra Fría: a) la alternancia de un partido militar con un partido civil; b) la preponderancia de partidos institucionales, autogenerándose y sucediéndose sin rubores. Luego del estallido de la URSS, la onda expansiva de ese fenomenal suceso aflojó el control del alineamiento estratégico, permitiendo a cada país recuperar el estado de derecho en procesos más o menos limpios y más o menos cruentos.

24 de junio de 2008

La nación judía en el Estado de Israel

Revista Claves nº 170 – Junio 2008

“Israel nació deslizándose por una brecha histórica fortuita, que se abrió brevemente durante unos pocos meses de 1947-1948. Eso también fue suerte; o la providencia.” (Paul Johnson, La historia de los judíos, 2003:626).

En numerosas notas publicadas en Claves presentamos la problemática de Medio Oriente abordándola por lo general desde su nudo gordiano, la “cuestión palestina”, analizando las expectativas, alternativas, marchas y contramarchas de un enfrentamiento ancestral potenciado a fines de los ’40 del siglo pasado. Seguir en esta inercia estéril de las bofetadas recíprocas, la trampa del talión, no augura nada bueno ni nuevo. Árabes e israelíes, unidos por la condición semita y la tradición de Isaac e Ismael, poseen no obstante percepciones y concepciones contrapuestas, que se ven reflejadas al momento de negociar. Y si a los segundos se les puede achacar intransigencia, a los primeros habría que reprocharles su congénita incapacidad para acordar en distintas oportunidades durante el último medio siglo. El sempiterno conflicto entre israelíes y palestinos posee cantidad de componentes históricos (o sea factores políticos, sociales y económicos raigales) y una dinámica propia que desborda cualquier promesa o intento de solución en el corto y, quizás, mediano plazos. Y para el largo, ¿quién sabe? Pero ninguna propuesta de salida será factible si no pasa por el reconocimiento mutuo y previo del respectivo derecho a la existencia como estados formales, que ambos gobiernos y sus pueblos se deben.

24 de mayo de 2008

El Tratado de Integración Minera con Chile


Claves n° 169 – mayo de 2008

Durante el mes transcurrido, una investigación de Antonio Oieni para El Tribuno, acerca de un proyecto privado -cuyo objetivo sería buscar agua en la puna salteña para derivarla a explotaciones mineras ubicadas en territorio chileno- generó un vendaval de aclaraciones y desmentidas. En medio de estos cruces quedó expuesto el tratado binacional de integración minera, que recién ahora tomó estado público al menos en Salta. La siguiente nota se referirá a él, antes que al incidente de lo que se llamó la “venta del agua”.

El Tratado entre la República Argentina y la República de Chile sobre Integración y Complementación Minera, tal su denominación oficial, fue aprobado el 23/ 03/ 2000 por ley nº 25.243 del Congreso Nacional y, ratificado por ambos gobiernos, se encuentra en plena vigencia.

Se ha dicho en su momento que el tratado habría sido una suerte de compensación, cuando -entre los acuerdos Menem – Aylwin- se convino la llamada “traza poligonal” en los Hielos Continentales, que tantos disgustos ocasionó por aquel tiempo en ambos lados de la cordillera. Como sea, este nuevo pacto binacional reconoce una serie de tratados, protocolos y actas conjuntas anteriores entre Argentina y Chile. Entre esos antecedentes el referente es el Tratado de Paz y Amistad de 1984, con el cual resolvimos el complejo diferendo por las islas del Canal de Beagle. A  éste, que impulsa el proceso de integración argentino-chilena, hay que sumarle por importancia el Acuerdo de Complementación Económica 16 (ACE 16), concretado por ambos gobiernos en el marco de la ALADI, y sus sucesivos protocolos adicionales. En suma, el tratado que comentamos se inscribe dentro de ese proceso integrador, destinado a remover para siempre los añejos y mutuos recelos.


1 de abril de 2008

Tormentas en el mar

Claves nº 168 - abril 2008

La relación del hombre con el medio ambiente presenta  constantes desafíos. El trato habido a lo largo de los siglos llegó hoy a niveles críticos a causa de la imprevisión y sobreexplotación de los recursos naturales. Por eso, situaciones políticas impensadas o imprevistas obligan a las naciones a regularlas jurídicamente para que el desmadre no afecte la paz y seguridad internacionales. En esta nota se abordarán dos cuestiones que, mal encaradas, darán dolores de cabeza en el corto plazo.

Luego de casi una década de negociaciones, una conferencia multilateral promovida por la ONU, reunida en Montego Bay, Jamaica 1982, adoptó el texto de la Convención sobre Derecho Internacional del Mar (CONVEMAR). Fue un gran esfuerzo que permitió a los países del mundo contar con reglas de juego claras para delimitar espacios marítimos a partir de la línea de baja mar. Las cuestiones que se tratarán en esta nota tienen respuesta jurídica en ese corpus. En su momento, el Secretario General Kurt Waldheim fue bastante gráfico al señalar: “No debemos remplazar las viejas disputas en la tierra por nuevas disputas en el mar”.


24 de marzo de 2008

Colombia - Ecuador: derecho y política internacionales

Claves nº 167 – marzo 2008

 La columna de septiembre pasado (Claves nº 163 – sept./07) se tituló “Colombia: la luz y el túnel”, y su relectura es apropiada a los efectos de esta entrega. En esa nota analizamos varios indicios de descongelamiento del “témpano al garete” que parece Colombia. Una serie de datos permitían divisar entonces una pequeña luz al final del túnel; posteriormente ocurrió la liberación de Clara Rojas y Consuelo González. Pero la reciente incursión militar por territorio ecuatoriano y la muerte de Raúl Reyes creó el inesperado casus belli que puso en vilo a la América del Sur. ¿Significa el fracaso de cualquier intento pacificador o, por el contrario, el nuevo escenario que acelerará los tiempos para una salida pacífica?