Revista Claves nº 179 – mayo de 2009
Claves publicó
en el número anterior varias opiniones sobre la complicada crisis financiera
internacional; entre ellas la de este columnista. Como hay problema para rato, en
esta ocasión es oportuno refrescar a los lectores el origen de los tan mentados
Acuerdos y cuándo y porqué entraron en crisis.
¿Cómo fue esa historia? Mientras las trincheras se coagulaban
en distintos frentes de batalla, a partir de 1941 la diplomacia de los catorce
países aliados (Argentina no estaba entre ellos) fue negociando en varias conferencias
multilaterales un nuevo orden político para el mundo, expresado en la Carta de la
ONU, suscripta en San Francisco abril de 1945. Había llegado el final oficioso
de un esquema de poder decimonónico y eurocéntrico, que la firma de los
Tratados de Versalles no pudo salvar; por el contrario, agravó. Concluía, pues,
un orden porque también estaba
quebrado el sistema económico y de valores basado en el equilibrio de poderes y
en la división internacional del trabajo. La salida de Rusia del mercado
capitalista, las luchas de liberación nacional y el crack de Wall Street, derrumbaron los pilares del intercambio
liberal: libre convertibilidad de divisas y libre acceso al comercio de
materias primas.