Revista Claves nº 230 – Junio 2014
“Me siento europeo, pero con Europa sucede lo que San Agustín afirmaba sobre el tiempo: ‘Cuando no me pregunto qué es, sé lo que es. Cuando me lo pregunto, no tengo ni idea” (Claudio Magris).
No por remanida deja de ser eficaz la alegoría del iceberg: el resultado de las elecciones del 25 de mayo para el Parlamento Europeo (PEu) es apenas la punta. Los tres cuartos bajo la superficie convocan a profundizar los análisis, cuya certeza y objetividad permitirán vislumbrarlos aportes del más que nunca viejo continente, compatibles con la paz y seguridad internacionales en un contexto de cambio de época.