Un auto-acorralado presidente Macri
salió, rápido, a capitalizar el resultado de la votación: Argentina –palabras
más o menos- fue un ejemplo de diálogo democrático amplio, aspiración suya para
los grandes temas de la agenda nacional. O sea, gracias a su visión estratégica
pudimos abordar una cuestión tan áspera y compleja como la del aborto, al cual
se opondría nuestro líquido mandatario.
A estar por las circunstancias (de
la habilitación del debate) y los resultados (que preanuncian endurecimiento
verde), las salidas parecen bloqueadas. No se trataba de debatir o no debatir,
sino sobre qué presupuestos para atender todas las posiciones existentes en una
comunidad nacional heterogénea.