Diario El Tribuno, 30 de julio de 2021
Propio de tiempos electorales, cuando las listas están oficializadas, nos enteramos del pedriguí de algunos candidatos. En este caso, referiré el caso de Sabrina Ajmechet, quien acompaña -en séptima posición de largada- a la “ambense” reversible María Eugenia Vidal. Según parece, luego de su desmontada, Patricia Bullrich propuso esa otra candidatura.
Desconocida para el gran público, posee un interesante perfil académico rastreable en las redes: doctora en Historia, profesora de la UBA, investigadora del CONICET, vicepresidente del Club Político Argentino, columnista de diarios porteños y otras hierbas finas. Con ese currículum habría que agradecer que acceda a las lides políticas alguien de calidad intelectual. Pero…
El portal infonews.com reveló en nota del 25 de julio pasado, que esa candidata a diputada nacional es una negacionista de la soberanía de Argentina sobre las Islas Malvinas. Dicho portal transcribe varios twits que se le adjudican, fechados entre enero y febrero de 2012. No pude detectar la edad de la dama, mas no parece que para entonces estuviese planificando el soñado viaje a Disneyworld; tampoco un olvidable pecado de juventud.
Al momento de cerrar estas líneas, ella apenas balbuceó una tibia explicación y su espacio político directamente la respaldó. Aunque no votemos en la CABA, nos interesa como argentinos aclarar el despropósito por lo que de caja de resonancia representa ese fagocitante distrito electoral.
La pesantez de sus afirmaciones se manifiesta en sus twits; uno, del 18 de enero de 2012, proclama: “Las Malvinas no existen. Las Falklnad Islands son de los kelpers”. Los demás son variaciones sobre el tema y figuran en el portal indicado arriba.
La primera reacción fuerte vino -obvio- de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas e Islas del Atlántico Sur, a través de un comunicado emitido al día siguiente de la oficialización. El mismo lunes 26 también la cruzó la Confederación de Combatientes de Malvinas de la República Argentina. Por su lado, el senador fueguino Pablo Blanco (UCR), le pidió retractación en Tierra del Fuego.
Muchas veces trabajé en mi cátedra el resbaloso concepto de “desmalvinización”, cuya raíz no es más que desconocimiento. Por eso mi reiteradísimo aforismo “No se ama lo que no se conoce y, por ende, no se defiende lo que no se ama”.
Podríamos aceptar que ella tenga el derecho de pensar así y sostener tales ideas en su cátedra de Pensamiento Político Argentino (?!). Si no quiere retractarse, no lo haga, candidata; pero al menos de razón de sus dichos. Piense en los electores, caramba.
El tema es que dicha señorita aspira a una diputación nacional, o sea, representará al pueblo argentino. Y si sale electa -fervientemente espero que no- ha de jurar observancia y defensa de la Constitución de la Nación Argentina, la cual en versión de 1994 incluyó como Disposición Transitoria Primera el siguiente texto que es bueno tener siempre presente:
La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del derecho internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.
Desde esta provincia periférica de un país subdesarrollado, me atrevo a decirle, Sabrina, que en verdad esto no se arregla con una mera retractación, pues hay demasiado en juego: no se trata solo de islas, sino también de espacios marítimos, plataforma y proyección antártica. ¿Tiene usted una visión de país que se extienda más allá del AMBA?
En fin, en materia de semejante calibre, entiendo que bien se le aplicaría aquello de Mariano Moreno espetando al despistado Duarte: “Ningún argentino, ni ebrio ni dormido…”. O argentina, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario